REINO UNIDO

Resultados:

Editorial. Cloroquina (CQ) e hidroxicloroquina (HCQ).

En 1925 se propuso el tratamiento con oro para la tuberculosis, ya que había un razonamiento farmacológico interesante e instructivo.

1960 propuesta de tratamiento con las 4-aminoquinolinas para la mononucleosis infecciosa (antes de que se conociera su causa viral). Siguieron varios ensayos clínicos insatisfactorios, algunos con resultados positivos y otros negativos. 1967, los autores de un pequeño ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo de CQ concluyeron que “a excepción de las medidas de apoyo, la mononucleosis infecciosa es esencialmente intratable”.

Muchos estudios han demostrado que las 4-aminoquinolinas son activas in vitro contra una variedad de virus.

Cultivos celulares y estudios en animales:

Efectos sobre virus de la influenza aviar (H5N1) y Zika: variables.

En células infectadas por el virus de Epstein-Barr:

CQ aumentó la replicación viral.

CQ redujo la transmisión del virus Zika a la descendencia de cinco ratones infectados.

CQ inhibió la replicación del virus del Ébola in vitro pero causó un rápido empeoramiento de la infección en cobayas y no hizo ninguna diferencia en la mortalidad en ratones y hámsters.

CQ fue activa frente al virus chikungunya en estudios de laboratorio, pero empeoró el curso clínico de la infección en monos macacos.

Laboratorio:

CQ inhibió el virus del dengue en algunos cultivos celulares pero no logró acortar la enfermedad en un estudio aleatorizado de 37 pacientes.

CQ fue propuesta como terapia frente a virus influenza (pruebas de laboratorio) pero no previno la infección en un gran ensayo aleatorizado.

La disparidad entre los experimentos clínicos y de laboratorio puede deberse en parte a la compleja farmacocinética de las 4-aminoquinolinas, lo que dificulta la extrapolación de las concentraciones en los medios de cultivo a las dosis en humanos.

Métodos e informes deficientes:

HCQ y CQ inhiben al COVID-19 in vitro. Un comentario chino informó que, “los resultados de más de 100 pacientes han demostrado que el fosfato de cloroquina es superior al tratamiento de control para inhibir la exacerbación de neumonía”. Uno de los estudios informó pequeñas mejoras en la temperatura corporal y la tos en el grupo de tratamiento de dosis más alta. Sin embargo, los desenlaces finales especificados en el protocolo publicado diferían de los informados, los resultados en el grupo de dosis baja no se describieron y el ensayo parece haberse interrumpido prematuramente.

Otro estudio respaldaba la eficacia en 20 pacientes, pero el diseño del ensayo fue deficiente y los resultados no eran confiables: seis pacientes abandonaron el brazo de tratamiento (dos debido a la admisión a una unidad de cuidados intensivos) y uno porque murió); la medida de eficacia fue la carga viral, no un desenlace final clínico y las evaluaciones se realizaron el día 6 después de comenzar el tratamiento.

El uso de la HCQ está permitido por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos y el Consejo Indio de Investigación Médica lo defiende. Pero ningún fármaco se garantiza que sea seguro, y el uso generalizado de HCQ expondrá a algunos pacientes a los daños, raros, pero potencialmente fatales incluyendo reacciones graves cutáneas adversas, insuficiencia hepática fulminante, y arritmias ventriculares (especialmente cuando se prescribe con azitromicina). La sobredosis es peligrosa y difícil de tratar.

 

Conclusiones:

Debemos ser igualmente cautelosos acerca de los tratamientos propuestos para las personas infectadas con COVID-19, Muchas propuestas se basan en investigaciones in vitro, estudios en animales experimentales o experiencia con intervenciones en infecciones con otros virus, ya sea similar al SARS-CoV-2 (p. Ej., SARS-CoV-1) o no (VIH).

Se necesita urgentemente un tratamiento efectivo para COVID-19.

Ninguna intervención debe suponerse que es eficaz. Incluso los fármacos inicialmente respaldados por evidencia de efectividad pueden resultar más dañinos que beneficiosas. Se han retirado demasiados medicamentos debido a reacciones adversas después de mostrar una promesa clínica.

Se necesitan mejores ensayos controlados aleatorios de CQ o HCQ. Por ahora, a excepción de las medidas de apoyo, la infección por COVID-19 es “esencialmente intratable”.

 

Referencias bibliográficas:

https://www.bmj.com/content/369/bmj.m1432