Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, se calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales. Este organismo identifica que estamos expuestos a factores de riesgo a través de: la contaminación del aire en entornos cerrados y al aire libre, agua, saneamiento e higiene deficientes, agentes químicos y biológicos, radiación ultravioleta e ionizante, ruido ambiental, prácticas agrícolas, uso de plaguicidas y reutilización de aguas residuales, entornos urbanizados, viviendas y carretera, cambio climático. Por otra parte, se observa desconocimiento en la población, por falta de información o información desvirtuada, sobre la influencia de los factores medioambientales en la salud, unido a una creciente demanda social al respecto. Por ello, se considera prioritaria una formación de los profesionales de salud pública y de atención primaria y especializada sobre los factores medioambientales que pueden afectar a la salud de la población, para conocer y fomentar actuaciones en prevención y protección en este ámbito.