Es absolutamente necesario que, desde el sistema de salud, y desde todos los ámbitos con responsabilidad en salud y medio ambiente, se afronte este problema de cara a la protección de la salud y la prevención de la enfermedad que puede causar el impacto de las temperaturas extremas, exacerbadas por el cambio climático, en la salud individual, comunitaria y pública. Para ello es esencial la formación y capacitación tanto de las personas profesionales de la salud como de la sociedad en general para hacer frente a este impacto en salud.
Personal médico, de enfermería, veterinario, farmacéutico o con responsabilidades de Salud Pública y gestión sanitaria relacionadas con el tema. Particularmente a todo el personal que tenga alguna posibilidad de intervención frente a los riesgos para la salud derivados de la crisis climática, especialmente temperaturas extremas (olas de calor y olas de frío).