Reto 4: Binomio sostenibilidad – innovación

Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud – Hoja de Ruta

Lo cierto es que el discurso de la innovación se ha vuelto ubicuo en el ámbito biosanitario, pero con frecuencia se limita al terreno de la innovación tecnológica y de dispositivos y moléculas, muy ligado a la investigación y la generación de patentes

Existe sin embargo un tipo de innovación que empieza a recibir la atención que merece; se trata de la innovación organizativa, surgida en el seno del propio sistema sanitario, con frecuencia apoyada en algún elemento tecnológico, pero cuyo valor disruptivo reside principalmente en el reconocimiento de necesidades y la innovación en la provisión del servicio que las atiende. Al contrario que la anterior carece de una red de reconocimiento y diseminación que la ponga en valor y ayude a su aplicación extensa.

En cambio las novedades tecnológicas producidas por el sector industrial biosanitario y generadas desde el aparato de investigación y desarrollo parecen multiplicarse exponencialmente. Esta proliferación se caracteriza por el limitado valor añadido real de muchos de los nuevos productos, por más que se le apareje casi automáticamente la etiqueta de “innovación”; esto no parece afectar, sin embargo, a la capacidad de penetración y los precios de adopción, que con frecuencia no corresponden a su aportación y generan desequilibrios presupuestarios e ineficiencias en la asignación de recursos y en la equidad en el acceso de los ciudadanos a cuidados efectivos.

Así, en el momento actual el sistema sanitario se enfrenta a una paradoja que genera un grado de tensión importante según la cual la innovación es un elemento de amenaza a la sostenibilidad.

En suma:

Innovación reactiva dirigida por las novedades del mercado
Evolución tecnológica incremental vs disruptiva
Por su naturaleza fragmentaria y sin planificación asociada los efectos se
cancelan mutuamente o se diluyen en un breve espacio de tiempo
Genera enormes desequilibrios financieros e inequidades

Conseguir que el binomio innovación-sostenibilidad opere de forma virtuosa y aporte elementos de modernización y adaptación de los servicios a las necesidades de los ciudadanos pasa por articular un sistema de gobierno de la innovación que la convierta en un motor de sostenibilidad. Los objetivos fundamentales de este modelo serían:

Fomentar una innovación orgánica, que explote el conocimiento propio del
sistema y fomente desarrollos organizativos
Institucional, que promueva desarrollos necesarios, guiados por los retos
del sistema antes que por la oferta del mercado
Sinérgica y equitativa, cuyos elementos se refuercen mutuamente en el desarrollo de los procesos de aprendizaje y en la transmisión virtuosa del conocimiento entre personas y colectivos